"HAY QUE DAR COLOR A TODO LO QUE AHORA ESTÁ GRIS"
El escritor riojano, Andrés Pascual contagió de positividad y energía a los asistentes a su conferencia en el centro Riojano de Madrid. Su charla versó sobre todo lo que, ha aprendido de la vida y ha recogido, con notable éxito, en cada uno de sus libros. Al escritor le quisieron acompañar entre otra personalidades, el cantante y compositor riojano Chema Purón, quién hizo de maestro de ceremonias, destacando la creatividad del escritor y también el archiconocido periodista Jose María Iñigo.
Pascual comentó a este diario que está muy contento de la buena acogida que están teniendo sus charlas y novelas en todo el mundo. "Aunque ahora estés en un pozo busca la puerta porque siempre hay una" con frases como estas el escritor se ha ganado la confianza y el cariño de muchos lectores y lectoras que solicitaron al final del evento la dedicatoria en su último libro, El Sol brilla por la noche en Cachemira
La sala principal del Centro Riojano de Madrid, ubicado en Serrano 25 se abarrotó de seguidores que no pestañearon durante la hora y cuarto que el escritor utilizó para contagiar de vitalidad con sus experiencias vividas.
Uno de los momentos más comentados por los asistentes fue el de "la flor de loto". Pascual contó que en la ciénaga, en el lodo, en las aguas más sucias es en donde nace la flor más bella del mundo, la de loto. Precisamente por esa razón en Japón adoran esta flor.
El escritor utilizó este símil para ofrecernos otro de sus consejos empíricos; "deja que florezcan dentro de ti flores de loto aunque ahora estés en el fango, en el lodo por la falta de trabajo, hipoteca,... SÉ FLOR DE LOTO, aprovecha para sacar brillo a tu corazón."
La charla estuvo cargada de "belleza efímera". Una lectora y seguidora del trabajo de Andrés Pascual le entregó un regalo muy especial. Un objeto elaborado a mano por ella misma siguiendo la descripción que hace Pascual en su anterior obra "El Haiku de las palabras perdidas".
*Haiku 俳句: poema japonés de diecisiete sílabas; destello fugaz que nos muestra la esencia de las cosas.
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ResponderEliminarQué sorpresa, verme en esa foto...!
ResponderEliminarYa lo creo que estuvo llena de belleza efímera.
Y no solo porque tuviera la oportunidad de entregar a Andrés "El collar del Haiku".
No creas que se me olvidará, tampoco, aquel vaso de agua fresquita con sonrisa.
Siempre me han impresionado aquellos que dominan el difícil arte de ofrecerte, como lo más valioso, lo más sencillo. Pequeños gestos que nos hacen un poco más grandes.
Un abrazo y gracias, Oscar, por poner tu destello de belleza fugaz en esa preciosa e inolvidable tarde... : )